Ajolote - El maestro de la regeneración

El ajolote (Ambystoma mexicanum)  es un anfibio caucado (salamandras y tritones). Es una especie neuténica, ya que puede conservar sus características de renacuajo alcanzando su madurez sexual.

Se alimenta en libertad de crías de peces, peces pequeños y crustáceos. En cautividad come gusanos y lombrices. Mide alrededor de 15 centímetros.

El ajolote es una especie endémica del Golfo de México, donde la mayor parte de su población en estado natural vive en el parque ecológico de Xochimilco. Un gran número de ajolotes se encuentran en cautividad, o en laboratorios o en casas como mascota.

El ajolote hipermelanístico (fotografía de la derecha), que es el más común de encontrar en libertad, posee unas tonalidades grises, marrones y negras. El ajolote leucístico (el más común en cautividad,  fotografía de arriba) presenta un color blanco rosado y unos ojos azules o negros. El albino se parece bastante al leucístico pero sus ojos son de color gris o blanco.

 El ajolote es capaz de vivir hasta 15 años. Pese a que la mayor parte de los individuos no realizan la metamorfosis, esta se puede llevar a cabo (en unas condiciones determinadas). Si se da el caso, sus branquias y las membranas de su cola desaparecerían, haciendo que el ajolote se transforme en la salamandra mejicana (fotografía de abajo).Esta metamorfosis puede ser inducida artificialmente.

Este animal se encuentra en peligro crítico de extinción debido a la reducción de su habitat natural, la contaminación de las aguas y el comercio como mascotas. Existen teorías que afirman su desaparición en estado natural, aunque aun no han sido confirmadas.

El ajolote es un animal muy interesante para la ciencia. Muchos laboratorios poseen poblaciones de ajolotes con el objetivo de estudiarlos. La característica que los hace tan fascinantes es su asombrosa capacidad de regeneración, siendo capaces de reconstruir extremidades o incluso órganos vitales amputadas en meses, con sus huesos, nervios y cartílagos correspondientes. En vez de formar cicatrices, las células del tejido de la zona dañada se transforman en células madre, regenerando la parte herida.